Historia - Escola Balaguer

Historia

La Escuela Balaguer comienza su camino el curso 1968-1969 por iniciativa de la familia Balaguer

Ellos eran inmigrantes de Castellón, y vieron la posibilidad de ofrecer un servicio social en el barrio en base a la falta de escuelas para acoger la fuerte ola de inmigrantes que llegaban, como ellos, a Barcelona buscando una vida mejor para sus hijos.

Cuando la escuela abrió sus puertas eran solamente dos clases compartidas con el hogar de la familia, en los pisos entresuelos de una calle sin nombre, en el portal que hoy se conoce como Avinguda del Nord, 8. Las calles que la rodean son prácticamente barrancos, con un par de edificios de nueva construcción que comenzaban a albergar a los recién llegados de Aragón y Andalucía, principalmente.

Una escuela privada para el barrio

¡Era una escuela privada! Sin más ingresos que las cantidades que, con muchos sacrificios, pagaban las familias que veían que era la única manera de escolarizar a sus hijos. En el barrio solo existían los barracones instalados en el centro de los Bloques de la Florida, que estaban llenos. Si no había sitio, uno se quedaba sin derecho a la escolarización.


En este entorno se da el crecimiento de la Escuela Balaguer, al mismo ritmo al que se construyen viviendas en el barrio se fue ampliando el centro educativo.

La familia puso los dos pisos con los que contaban en manos de los hijos para que fueran ampliando la escuela. Después llegaron locales de alquiler, asociaciones con el centro Marillac, compras de otros locales con fuertes hipotecas… todo lo necesario para conseguir la calificación definitiva del centro para poder pedir las subvenciones que -tras muchos cambios políticos, leyes de Educación, el paso de la «Enseñanza General Básica» a la división entre Infantil, Primaria y Secundaria- hacen que la escuela se convierta en lo que es hoy.

A los esfuerzos de la familia Balaguer, que quedaron en manos de Joan Balaguer, se unieron los de las familias que llenaban el centro y los de sus trabajadores: algunos de ellos vivieron estos cambios primero como alumnos y, después, como parte del personal.

Una escuela en constante evolución y mejora

Ha sido un tiempo en el que todos hemos puesto lo mejor de nosotros mismos para hacer crecer esta escuela. En el que hemos vivido momentos muy difíciles y momentos de grandes alegrías, y en el que hemos sentido que, junto con la escuela, crecía una gran familia. Una gran familia que ha ido acogiendo a nuevos miembros y en la que todos hacemos que, día tras día, la escuela sea un referente en el barrio, muy integrada en la vida cultural, social y educativa de L’Hospitalet. Diferentes miembros del equipo directivo forman parte de los consejos escolares del barrio y de la ciudad, y estamos representados en el Plan del Entorno.

Los trabajadores, con Enric Balaguer en la dirección -que tomó el relevo de manos de su padre-, nos esforzamos por hacer de esta escuela un centro acogedor, inclusivo y que cada curso ve cómo van llegando los hijos e hijas de antiguos alumnos, familiares, conocidos y vecinos que, por encima de todo, nos confían a sus hijos e hijas porque saben que cada uno de ellos tendrá nombre y apellidos, y que será tratado como si fuera el único.